La flor de cerezo marca nuestra historia, nuestro inicio, si un inicio de un amor puro y profundo.
Nuestros corazones viven en una eterna primavera, un amor que sobrepasa la distancia porque nace del alma.
Corazones enamorados que cada día florecen fragantes, como el olivo a las puertas del cielo siempre verde.
Eres la ternura que florece en mi alma enamorada, así como lo hace la primavera con los cerezos al llegar el alba, frescos y tiernos, dulce y bello.
Así tú alma de mi alma...
Te amo!